De entrada, una reflexión:

"How far you go in life depends on your being tender with the young, compassionate with the aged, sympathetic with the striving and tolerant with the weak and strong. Because someday in life you will haven been all of these."

-George Washington Carver-
(1864-1943)

lunes, 18 de abril de 2011

¿Qué son las lenguas de especialidad?


El concepto de lenguas de especialidad ha tenido mucho auge entre los estudios de lingüística en los últimos años. Concretamente la rama de Lingüística Aplicada ha sido la encargada de estudiar este tipo de códigos o subcódigos empleados en diferentes ámbitos profesionales. Pero en concreto, ¿cómo podríamos definir el concepto de lengua de especialidad? Porque es cierto que se han llevado a cabo numerosas investigaciones en relación a este tema, pero todavía existen conceptos por determinar. Los límites entre la lengua general y la lengua de especialidad no están claramente delimitados, ya que la segunda no puede concebirse sin el apoyo de la primera.  

Por lo tanto, podemos definir las lenguas de especialidad de tres maneras posibles:

1)   Como una variedad de la lengua general, que contiene léxico especializado y propio del área profesional que representa. Así pues, hablaríamos principalmente de vocabulario (sin olvidar algunas estructuras gramaticales propias de ciertas áreas de conocimiento).

2)      Como lenguajes completamente diferentes de la lengua general e independientes de ella, ya que tendrían léxico propio, estructuras características, situaciones de uso concretas e interlocutores especializados. Un ejemplo que apoya esta teoría sería el de un paciente que no entiende la conversación entre dos médicos, o un cliente que no entiende a su abogado.

3)      Como subcódigos dependientes de la lengua general, que viven de ella y se sirven de parte de su vocabulario y estructuras gramaticales. De tal modo que se englobaría dentro de ésta, conformando una variedad funcional realizada en determinados contextos y mediante determinados interlocutores.

En mi opinión, la teoría más acertada sería la tercera por dos razones principales: no estoy de acuerdo en afirmar que los lenguajes de especialidad se limiten a ser simplemente vocabulario específico. Es cierto que el rasgo principal que lo diferencia de la lengua general es el léxico propio, pero no es el único. No debemos olvidar que, por ejemplo en el lenguaje jurídico, hay muchos elementos más que le confieren ese estatus de lenguaje de especialidad (rasgos léxicos, lingüísticos, pragmáticos, etc.). Y en segundo lugar, las lenguas de especialidad se sirven de la lengua general para conformarse como tales, jugando esta un papel base primordial.

En resumen, no deberíamos hablar de las lenguas de especialidad como códigos totalmente independientes y autónomos, ni ligar excesivamente su existencia a la lengua general. La necesidad de nombrar nuevas realidades y de representarlas en determinados sectores profesionales ha dado lugar al “nacimiento” de estas variedades, que precisan todavía de investigaciones que ayuden a asentar los cimientos de este nuevo campo de estudio.   

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